Guardar dinero en el banco va a ser más caro

Los bancos centrales más potentes a nivel mundial están adoptando medidas que conducen a que cada vez salga menos a cuenta mantener el dinero en el banco. Japón, Suiza, Suecia, Dinamarca y la Zona Euro han fijado tipos de interés negativos que penalizan la retención del dinero en una entidad de crédito.

Esto significa que los bancos centrales cobran a los bancos comerciales por guardar el dinero. Es decir, mantener el depósito de los clientes resulta cada vez más costoso. Los beneficios de las entidades de crédito comerciales salen de los intereses y de las reservas, pero si las reservas son negativas, retener el dinero es muy caro.

Por lo tanto, se está fomentando un mayor uso del efectivo en detrimento de pagos con tarjeta de crédito, cheque o a través de la telefonía móvil. Quien prefiera guardar el dinero a llevar un fajo de billetes encima va a ser el principal perjudicado de las políticas de los bancos centrales. A partir de ahora, las entidades de crédito comerciales van a empezar a cobrar comisiones por todo: para mantener las cuentas corrientes o para usar los cajeros de otros bancos.

Sorprendentemente, el efectivo ha vuelto. En los últimos años se habían desarrollado nuevas formas de pago que estaban al alza. De hecho, incluso se había llegado a discutir la retirada de los Bin Laden, es decir, de esos billetes tan grandes que nadie quiere tenerlos. Las nuevas medidas adoptadas por los bancos centrales nos devuelven al manojo de billetes y a los maletines.